En México tenemos una relación cultural con el azúcar que es profunda, emocional y normalizada. Desde juguitos en la infancia, refresco en la comida, postre “porque te lo ganaste”, café con pan para convivir, y azúcar como cariño. Y en medio de todo esto, se va gestando silenciosamente algo que casi nadie nos enseñó a ver: resistencia a la insulina.
Y esto no empieza el día que un médico te dice “tus niveles están altos” o “tienes prediabetes”.
Empieza años antes.
Y en la mujer se manifiesta primero en el ciclo, en el estado emocional, en la energía.
Esto también es un tema de salud femenina en México.
A mí me lo diagnosticaron a los 27.
Y nadie me había explicado que esto también afectaba mis hormonas.
México sí tiene un problema real
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México tiene una de las tasas más altas de diabetes infantil del mundo.
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Más de 13 millones de adultos viven con diabetes (SSA/ENSANUT).
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Somos uno de los países con mayor consumo de bebidas azucaradas.
Esto no es solamente genética.
Esto es ambiente + alimentación + cultura + sistema alimentario + normalización.
Por eso el 14 de noviembre (Día Nacional de la Diabetes en México) es un momento importante para parar y hablar de esto desde el cuerpo real — no desde la culpa, no desde miedo, y no desde diet culture.
¿Cómo se ve la resistencia a la insulina en mujeres?
Mucho antes de un diagnóstico formal, se siente así:
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fased luteas más intensas
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antojos desbordados (especialmente tarde/noche)
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niebla mental
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inflamación abdominal
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ansiedad post comida
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sueño desregulado
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acné barbilla / mandíbula
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dificultad para bajar de peso
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SOP
La salud hormonal NO puede florecer con glucosa en montaña rusa.
¿Y en niñas?
También.
Y esto es una alarma silenciosa nacional.
¿Y qué pasa con los “sin azúcar”, light, 0, diet, keto y edulcorantes?
No porque algo diga “sin azúcar” significa que regula tu glucosa.
Muchos productos ultra procesados “saludables” y “fit” siguen detonando picos de glucosa igual que el azúcar… o más.
Porque además inflaman, alteran microbiota y generan la misma respuesta adictiva cerebral.
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edulcorantes artificiales (aspartame, sucralosa, acesulfame K)
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jarabes industrializados (jarabe de maíz / alta fructosa / maltitol)
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productos “keto” llenos de polialcoholes
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bebidas light
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snacks empaquetados “fit”
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cafés de cadena con stevia + sabores + cremas flavorizadas
no regulan tu metabolismo.
Para regular glucosa, no es solo quitar azúcar…
es bajarle a lo ultra procesado disfrazado de saludable.
Agencia: no se trata de perfección, se trata de estabilidad.
Regresar estabilidad a la glucosa es una forma directa y realista de prevención.
Pequeñas acciones repetidas son medicina lenta, pero profunda.
5 formas prácticas para empezar hoy a regular tu glucosa
1. Empieza tu primer comida con proteína y fibra (no solo café).
La primera comida del día define tu glucosa hasta por 24 horas.
Cuando desayunas solo café, o un pan dulce, o algo muy alto en carbohidratos, tu cuerpo entra en montaña rusa: sube rápido la glucosa, cae igual de rápido, y te deja con ansiedad, antojos y cansancio.
En cambio, si inicias con proteína (25–30g) + fibra + grasas buenas, tu azúcar se mantiene estable, tu hambre se regula de forma natural y tus hormonas tienen un terreno más seguro para funcionar.
Esto también disminuye síntomas luteales intensos, acné, niebla mental y los antojos de la tarde.
Ejemplos prácticos: huevos + verduras, yogur griego + semillas, tofu revuelto, frijoles + aguacate, smoothie con proteína vegetal.
2. Si vas a comer dulce, que sea después de una comida completa.
El orden importa. Mucho.
Cuando comes un dulce (fruta, pan, chocolate, postre) con el estómago vacío, tu glucosa se dispara.
Pero si lo comes después de una comida rica en fibra + proteína + grasa, el pico es muchísimo menor.
Esto significa menos inflamación, menos antojos en la noche y menos desregulación hormonal.
Ejemplo práctico:
Si quieres un pan, cómelo después de tu comida… no como desayuno ni snack.
3. Camina 10 minutos después de comer.
Es uno de los hábitos más simples y más efectivos.
Mover los músculos hace que éstos “se coman” la glucosa que acabas de ingerir.
Sólo 10 minutos disminuyen significativamente el pico postprandial.
Además apoya digestión, reduce ansiedad y mejora el sueño.
No tiene que ser ejercicio intenso.
Una caminadita suave alrededor de tu casa es suficiente.
4. Integra alimentos que estabilizan tu glucosa
Legumbres: lentejas, garbanzos, frijoles.
Dan fibra + proteína + saciedad y bajan el impacto de los carbohidratos.
Proteínas: huevo, pollo, pescado, tofu, yogur griego.
Son la base para evitar picos y regular hambre.
Grasas buenas: aguacate, aceite de oliva, nueces, semillas.
Hacen la digestión más lenta y estable.
Carbohidratos inteligentes: camote, avena, quinoa, arroz integral, pan de masa madre.
Liberan energía despacio y no disparan la glucosa.
Verduras fibrosas: brócoli, coliflor, espárragos, pepino, calabacitas.
La fibra amortigua toda la curva de glucosa.
5. Recuce las bebidas endulzadas y cambia por agua mineral con limón / infusiones.
Las bebidas son la forma más rápida de elevar la glucosa porque no hay fibra que actúe como “freno”.
Refrescos, jugos, cafés saborizados y bebidas deportivas generan picos agresivos que afectan hormonas, ovulación, piel y energía.
Cambiar a agua mineral con limón, té de hierbas o infusiones frías ayuda a bajar inflamación, disminuir antojos y sentir energía más estable todo el día.
Además, es un cambio fácil, sostenible y con impacto inmediato.
Esto no se trata de nunca comer dulce.
Se trata de aprender a comerlo sin caer en picos violentos, sin inflamación crónica, sin inestabilidad hormonal.
Este mes, en lugar de pensar en “azúcar bueno vs malo”, pensemos en educación metabólica real, en enseñar a las niñas que su energía también es parte de su salud hormonal, y en cuestionar una cultura donde el azúcar es cariño… pero también enfermedad silenciosa.
Tu cocina es la primera línea de prevención hormonal en tu vida.
Herbolaria para regular glucosa y apoyar hormonas
En México tenemos una herbolaria riquísima que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, desinflamar y apoyar al hígado, el órgano clave en metabolismo hormonal y glucosa.
Algunas plantas útiles:
✨ Diente de león (Taraxacum officinale)
Amarga, depurativa y estimulante del hígado. Ayuda a mover bilis y mejora la digestión de grasas, apoyando la regulación metabólica.
✨ Raíz de bardana (Arctium lappa)
Desinflamatoria, depurativa y excelente para la piel. Apoya hígado, tránsito y eliminación de desechos metabólicos que afectan la glucosa.
✨ Lengua de vaca (Rumex spp.)
Rica en minerales, ligeramente amarga y digestiva. Ayuda al tránsito intestinal y aporta hierro biodisponible cuando se combina con vitamina C.
✨ Canela (Cinnamomum verum)
Una de las plantas más estudiadas para mejorar la sensibilidad a la insulina. Apoya saciedad, regula antojos y baja picos postprandiales.
✨ Jamaica, nopal, toronjil, romero
Apoyan digestión, hígado y estabilidad energética diaria.
La clave es la constancia: pequeñas dosis diarias, no grandes purgas.
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🌿 Descubre: Take My Waste Away
Con diente de león + raíz de bardana + lengua de vaca + canela.
Un apoyo diario para digestión, metabolismo y estabilidad hormonal — especialmente para mujeres con inflamación abdominal, ciclos irregulares, antojos y fatiga post comida. Lo puedes encontrar aquí.
Una herramienta más para acompañarte en este camino de volver a tu cuerpo.